Infarto de oído: Señales de alerta y la urgencia de actuar rápido 

Perder la audición de forma repentina puede ser una de las experiencias más desconcertantes y preocupantes para cualquier persona. Este fenómeno, conocido popularmente como infarto de oído, requiere una actuación médica inmediata, ya que el tiempo es determinante para recuperar la audición y evitar daños permanentes. 

A continuación, te explicamos qué es el infarto de oído, cómo reconocer sus síntomas, las causas más frecuentes y qué hacer. 

¿Qué es exactamente un infarto de oído? 

El llamado “infarto de oído” es el término coloquial con el que se conoce a la sordera súbita neurosensorial. Se trata de una pérdida de audición repentina que se produce en cuestión de horas o pocos días. 
Afecta al oído interno, donde se encuentran las células ciliadas y el nervio auditivo, responsables de transformar el sonido. 

Este tipo de sordera se considera una urgencia médica, ya que suele estar relacionada con una interrupción del flujo sanguíneo al oído interno o procesos infecciosos que dañan las estructuras auditivas. 

Se estima que “el infarto de oído” afecta entre un 5-20% de personas por cada 100.000 habitantes al año.  Y aunque puede afectar a cualquier persona, es más común que le pueda ocurrir a personas entre los 40 y 60 años. 

Señales de alerta del infarto de oído: No las ignores 

Reconocer los síntomas del infarto de oído y actuar rápido puede ser decisivo. A menudo se presenta sin dolor ni aviso previo, lo que puede retrasar la consulta médica. 
 

Estas son las principales señales de alerta: 

Pérdida auditiva súbita e inesperada 

La característica más importante y visible es una disminución repentina de la audición, habitualmente en un solo oído. 

Cómo se manifiesta la pérdida de audición 

El paciente suele notar que escucha como si tuviera el oído tapado, con dificultad para entender conversaciones, percibir sonidos o identificar la dirección del ruido. 
En algunos casos, puede sentir un “clic” en el oído justo antes de que la audición disminuya. 

Sensaciones comunes en el oído afectado 

  • Sensación de plenitud o presión constante 
  • Dificultad para percibir tonos agudos o graves 
  • Desbalance en la percepción del sonido entre ambos oídos 

Tinnitus (zumbidos) constante en el oído 

Otra señal frecuente es la aparición de un zumbido persistente, conocido como tinnitus o acúfeno. 

Características del tinnitus asociado 

El tinnitus suele manifestarse como un pitido, zumbido continuo en el oído afectado. Puede ser leve o muy molesto, y en muchos casos aparece simultáneamente con la pérdida auditiva. Esto es un indicador de daño en las células sensoriales del oído interno. 

Vértigo o mareos súbitos 

El sistema auditivo está vinculado con el equilibrio, por lo que no es raro que el infarto de oído se acompañe de vértigo, mareos o sensación de inestabilidad. 

¿Cuándo el vértigo es una señal de alarma? 

Cuando el mareo aparece de forma repentina y se asocia a pérdida auditiva unilateral o tinnitus, puede indicar un problema en el oído interno y requiere atención médica urgente. 

Otros síntomas menos frecuentes 

Otros síntomas asociados con el infarto de oído pueden ser:  

  • Náuseas o sensación de malestar general 
  • Alteraciones en la percepción del propio tono de voz 
  • Dolor leve o sensación de calor en el oído afectado (esto es algo raro que pasa, pero puede pasar) 

Causas detrás del infarto de oído: Factores de riesgo 

En más del 70 % de los casos, no se encuentra una causa clara, lo que se conoce como sordera súbita idiopática. Sin embargo, los estudios médicos han identificado diversos factores que pueden contribuir al desarrollo de esta afección. Como:  

Causas idiopáticas: La incertidumbre en el diagnóstico 

La mayoría de los casos son “idiopáticos”, es decir, no tienen una causa evidente. 
Esto no significa que no exista una razón, sino que la lesión puede deberse a una combinación de factores: microtrombosis, inflamación viral, reacciones inmunológicas o alteraciones metabólicas. 

Por ello, el diagnóstico médico debe ser completo y considerar todas las posibles causas para determinar el mejor tratamiento. 

Problemas vasculares y el flujo sanguíneo al oído interno 

El oído interno es una de las estructuras más sensibles del organismo a la falta de oxígeno.  
Su riego sanguíneo depende de una arteria única y muy fina. Cualquier alteración (como un espasmo, una obstrucción o un microtrombo) puede interrumpir el flujo y producir un daño celular irreversible. 

Los problemas de circulación, hipertensión, colesterol elevado, diabetes o estrés sostenido pueden aumentar este riesgo. 

Infecciones virales como detonantes 

Virus como el herpes simple, la gripe o el COVID-19 pueden afectar el nervio auditivo o las estructuras del oído interno, generando inflamación (neuritis) o daño tisular. 

En muchos pacientes, la sordera aparece pocos días después de un resfriado o infección respiratoria, lo que sugiere un vínculo viral. 

Enfermedades autoinmunes y su impacto auditivo 

Algunas enfermedades autoinmunes, como el lupus o la vasculitis, pueden atacar por error las estructuras del oído interno. Estas reacciones inflamatorias pueden producir daños irreversibles si no se tratan a tiempo. 

Otros factores de riesgo y condiciones médicas 

  • Estrés crónico o episodios de ansiedad intensa 
  • Hipertensión arterial o colesterol alto 
  • Diabetes 
  • Uso de ciertos medicamentos 
  • Exposición prolongada a ruidos intensos 

La importancia vital de la actuación rápida ante un infarto de oído 

El tiempo es el factor más crítico en la recuperación de la audición tras un infarto de oído. 

La «ventana de oro»: Tiempo crucial para el tratamiento 

Los estudios clínicos demuestran que existe una llamada “ventana de oro” de entre 24 y 72 horas desde la aparición de los síntomas. Si se inicia el tratamiento dentro de este periodo, las posibilidades de recuperar parcial o totalmente la audición son mucho mayores. 

Pasado ese tiempo, las probabilidades disminuyen de forma significativa, ya que las células del oído interno pueden sufrir daño irreversible. 

Riesgo de pérdida auditiva permanente y sus consecuencias 

Ignorar los síntomas o retrasar la visita al especialista puede derivar en una pérdida auditiva permanente. Esto no solo afecta la comunicación diaria, sino que también puede impactar en la calidad de vida, generando aislamiento, dificultades laborales o incluso alteraciones cognitivas a largo plazo. 

¿Qué hacer si sospechas un infarto de oído? Tu plan de acción 

¡Busca atención médica de urgencia inmediatamente! 

Ante una pérdida auditiva súbita, acude sin pensarlo y con urgencia a un otorrinolaringólogo o servicio de urgencias. 
Cuanto antes se dé con el problema y se inicie el tratamiento adecuado, más posibilidades hay preservar la función auditiva. 

¿A quién contactar? Otorrino o servicio de emergencias 

El profesional indicado es el otorrinolaringólogo, quien podrá realizar las pruebas necesarias (audiometría, otoscopia, resonancia, etc.) y comenzar el tratamiento. 
Si no tienes acceso inmediato, acude a urgencias o a tu centro sanitario más cercano. 

Lo que NO debes hacer: Evita la automedicación 

No intentes tratarte por tu cuenta con descongestionantes, antibióticos o remedios naturales. 
El infarto de oído no se resuelve solo y la automedicación puede retrasar el diagnóstico o empeorar el cuadro. 

Diagnóstico y opciones de tratamiento para el infarto de oído 

Cómo se diagnostica la sordera súbita neurosensorial 

Si sientes algunos de los síntomas ya mencionados, no dudes en ir a un experto ente las primeras 48 horas.  

El diagnóstico se realiza mediante una evaluación auditiva completa, que incluye: 

  • Audiometría tonal y verbal 
  • Exploración del oído con otoscopio 
  • En algunos casos, resonancia magnética para descartar lesiones neurológicas 

Terapias médicas: Corticosteroides y otras opciones 

El tratamiento más común incluye corticosteroides orales o intratimpánicos, que reducen la inflamación y favorecen la recuperación de las células auditivas. 
En determinados casos, pueden combinarse con vasodilatadores o antivirales. 

El seguimiento debe ser estrecho, con controles audiológicos periódicos para evaluar la evolución del paciente. 

Rehabilitación auditiva post-infarto 

Si la pérdida auditiva persiste, en SAI Audífonos ofrecemos soluciones auditivas avanzadas y rehabilitación personalizada, con audífonos de última generación y programas de adaptación progresiva. 

Prevención y cuidados generales para la salud de tus oídos 

Todas las personas puedes sufrir un infarto de oído, especialmente las personas mayores de 40 años. Aquí te damos algunos consejos que puedes seguir para prevenir y cuidar tu oído. 

Hábitos de vida saludables y control de enfermedades crónicas 

Cuidar la salud cardiovascular y controlar enfermedades como la hipertensión o la diabetes son medidas clave para prevenir problemas vasculares en el oído interno. 
Mantener una alimentación equilibrada, hacer ejercicio y evitar el tabaco también contribuyen a mejorar la circulación. 

Protección auditiva y exposición al ruido 

Evita la exposición prolongada a ruidos intensos y utiliza protectores auditivos cuando sea necesario. 
Una sobrecarga sonora puede debilitar las células sensoriales del oído, haciéndolo más vulnerable ante la sordera súbita. 

Conclusión: No subestimes las señales del infarto de oído 

El infarto de oído o sordera súbita neurosensorial es una urgencia médica que requiere atención inmediata. 
Ante una pérdida auditiva repentina, no esperes a que “se pase solo”: actúa con rapidez, acude al especialista antes de las primeras 48 horas y sigue las indicaciones profesionales. 

En SAI Audífonos, contamos con la experiencia, la tecnología y la atención personalizada necesarias para evaluar, tratar y acompañar a cada paciente en su recuperación auditiva. 

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